domingo, 26 de julio de 2020

historia de las postales en alemania

La postal como nueva forma de comunicación escrita es una invención alemana, y fue oficial gracias a la entrada en vigor, el 1 de julio de 1870, del decreto que firmara en su día Otto von Bismarck. El responsable de correos del Imperio Alemán, Heinrich Wilhelm von Stephan, además de ser recordado por introducir el teléfono en Alemania y reformar el servicio postal de su país, ya había propuesto en 1865 la Postblatt –algo así como "Hoja de correo abierto"– como modo de comunicación alternativo a las cartas convencionales. Se supone que mandando al destinatario solo una hoja escrita sin sobre la comunicación sería más práctica y barata.

Aquella decisión fue, por poco, posterior a la introducción el 1º de octubre de 1869 en suelo austro-húngaro de la "carta de correspondencia". Por eso la primera postal se firmó en la pequeña población de Perg, en el norte austriaco (foto a la izquierda). Las autoridades austro-húngaras pudieron ser más rápidas que las alemanas en aprobar su legislación sobre las postales. Sin embargo, fue entre los alemanes que esta forma de comunicación echó más raíces.

El estereotipo del alemán a finales del siglo XIX era la de alguien que, viajando, lo primero que hacía era buscar un lugar donde comprar y mandar una postal. Entonces ya había un espacio para las imágenes, alejándose de sus primeras versiones en la que solo había texto. En 1900, aparecieron las primeras en color y no había tema que no tratasen, eran una moda que barría el mundo. Empezaron a coleccionarse y pegarse en álbumes.
Postal con ilustración de Raphael Kirchner de 1904

Durante la Primera Guerra Mundial, solo en Alemania se estima que se enviaron de forma gratuita 10.000 millones de postales a cargo de personal militar. El III Reich las usó para popularizar el imaginario y los valores de aquel funesto estado totalitario. En la RDA se generaban entre 25 y 30 millones de unidades al año. En ellas, jamás aparecía el muro que dividía la capital (sí en la RFA). En 1998 se enviaron 400 millones de postales, según las cuentas del Museo de la Comunicación de Berlín. En 2017 el número de postales enviadas se había reducido a la mitad.

Ahora, las postales antiguas se pagan a precio de oro. En noviembre de 2017 se llegaron a pagar en una subasta 925.000 euros por tres postales. Iban con fecha de 1913 y estaban firmadas por el pintor expresionista alemán Franz Marc. 

A principios de este siglo, el portugués Paulo Magalhães daba otra dimensión a las postales creando el Postcrossing, una plataforma hecha para mantener en contacto a sus usuarios a través de cartas postales. Sus números indican que, en 2019, algo más de 750.000 personas de más de 200 países están utilizado este sistema de intercambio de postales entre usuarios.

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