Apretaditos todos para entrar en el mantel de la cervecería tapería
El Trastero, donde echamos las últimas risas con salsa picante entre emparedados de blablás con acuarelas larrañagas y unas cebollas dulces y berenjenas chinas del huerto isabelino. Brochazos a la brut amábile de Juan con fulares a la Joan, unos agrados y amarrucos sempere y tierna esposa y, finalmente, tintas aguadas Ana con un átimo de pazienza gherlenda. Y yo allí asomado detrás del espejo. ¡Que llego tarde, que llego tarde!
No hay comentarios:
Publicar un comentario