miércoles, 10 de abril de 2019

tomates para el verano


Vete al mercado y prueba los tomates que consideres mejores. A tu pescadero pídele una caja de pescado, de esas de porespán, y le haces unas rajas en el culo. Llena la caja, bien lavada, con sustrato. Lo alisas un poco con un ladrillo o un taco de madera.
De los tomates que más te gusten, reserva uno y lo haces finas rodajas. Ponlas sobre el sustrato de la caja y tápalas con una delgada capa de ese mismo sustrato. Alísala un poco, sin apenas presión. No saques la caja a la calle. Déjala en un sitio caliente.
Riégalo en abundancia. En unos días te aparecerán las primeras plantitas de tomate, recién germinadas, con solo dos hojas, como las de la foto.
Espera a que crezcan para cambiarlas a un tiesto pequeño o un envase de yogur con un agujero hecho en el culo. Cuando estén bien enraizadas, y seguro de que ya no hará frío (de cinco grados para abajo), plántalas en tu huerta. Ten presente siempre que las condiciones que necesita el tomate elegido se adecuan al clima de tu huerto. ¡Adelante!

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