Tras un grave accidente de tráfico en el 77, tuve un tiempo de reposo y meditación en que solo me dedicaba a cortar el césped y pintar. Dejé mis estudios y decidí quitarme la mili de encima antes de iniciar una nueva vida. Entonces hice una exposición en el pueblo y rellenaba este cuaderno de contabilidad con mucho texto, algunos dibujos, fotos y fotocopias en blanco y negro, que entonces eran de papel químico y se han ido borrando con el tiempo. El contenido es tan absurdo que solo me vale para recordar fechas, que ya escribía en columnas y que ya entonces me había convertido en lo que hoy llaman
cuadernista. Fotografié algunas páginas, y la hoguera de San Juan hizo el resto.
Precioso!
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