lo que queda de la venta de borondo

Los viajeros que seguían en Camino Real, en el trayecto de Bolaños a Manzanares, y tenían que hacer noche, o descansar con sus animales, se encontraban con esta venta, propia de la arquitectura popular austera del siglo XVI, de muros de tapial y patios empedrados, y que actualmente se encuentra en un estado semiruinoso.

Con dos entradas, una a la  parte más noble, alrededor de un patio con pozo con brocal de piedra labrada, pilón abrevadero también de piedra y escalera abierta techada; y otra para mulas y arrieros, también articulada alrededor de un patio de mayores dimensiones para aparcar los carros y carretas. La primera parte, en dos plantas, tiene estancias simples con suelos de baldosas de barro y chimeneas. Las de la segunda, son exactamente igual que las de las casillas labriegas, rodeando, adosadas, este patio. Cada una con chimenea y dos poyos para dormir a ambos lados y separados de una cuadra con pesebres y palos empotrados para atar las bestias, donde éstas pudieran dormir. El resto son corrales y cuadras con una escalera que sube al palomar, en el interior del torreón.

La Asociación Cultural Venta de Borondo y Patrimonio Manchego lucha para salvarla. Lanzó un primer proyecto de intervención urgente en las redes, para conseguir una subvención de Semilla de la Fundación Soliss, de la que obtuvo 6.000 euros, al quedar como segundo proyecto más popular, que se usarán para una primera restauración.

Entrando en el interior de la casilla se observan los poyos bajo la chimenea con defanes a ambos lados, un suelo empedrado, cerchas de madera y unos pesebres con esquinas. Todo ello son elementos únicos, singulares, populares, tradicionales y los que verdaderamente conforman una casilla manchega. -Arquitectura Popular Manchega

Fotos antiguas en Hombre de palo