José Luis dice haber abandonado a Nino Bravo. Pelayo nos enseña su rapado, levantándose la gorra. Toni confiesa que, de tener dinero, montaría un bar lejos de aquí, en un sitio de playa.
En Torremolinos por ejemplo, que allí si hay marcha. La calle está mojada y vacía. Todo chapado, excepto este refugio de solitarios. De vuelta a casa siempre me acuerdo de los que ya están dormidos. Estoy cansado siempre de un sitio para otro; aunque bien sé que ya es hora de hacer las maletas.
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