Por una parte esto se explica por la crisis económica. Pero no sólo la crisis económica en sí mismo, también el manejo del gobierno de la crisis económica. Mucha gente no puede ver si el gobierno tiene una estrategia o no. Un día están protestando contra la guerra económica llevada a cabo por empresas privadas, al día siguiente se hacen un llamado a las empresas privadas a colaborar, dándoles dinero, hacer concesiones, subsidios y así sucesivamente. Existe también el impacto de la corrupción, la burocracia y el reformismo dentro del aparato en la parte superior de la Revolución Bolivariana que ha creado, como he dicho antes, el escepticismo, el pesimismo e incluso cinismo entre capas de personas que anteriormente apoyó la Revolución de todo corazón. Y este es el problema principal. La mayoría de las personas saben que están pasando por una situación difícil, y estarían dispuestos a aceptarlo si no vieran a esos chavistas líderes y funcionarios que viven en el lujo.
La situación sólo puede dar la vuelta con un cambio radical en las políticas del gobierno sobre esta cuestión, así como un cambio en la forma en que se lleva a cabo la política. En este momento hay una manera muy burocrática, de arriba hacia abajo, de hacer todo. A pesar de que hay grandes movilizaciones, las personas que no participan directamente en su organización o en la discusión de la estrategia del movimiento. Ellos sólo se les permite responder, o no, a las llamadas realizadas desde la parte superior. Así que creo que, a menos que y hasta que estas cuestiones fundamentales se resuelven, la perspectiva es uno donde caerá este gobierno. Ya sea derrocado por la fuerza directa por la oposición, o derrotados en las elecciones. Maduro ha dicho que, con lluvia o sol, las elecciones presidenciales se llevarán a cabo el próximo año. Pero ellos tendrán lugar en muy malas condiciones y es muy probable que, todas las cosas de pie como lo son ahora, que el chavismo será vencido.
Eso es algo que realmente me preocupa, porque la ascensión de la oposición al poder sería un desastre absoluto. Resolverían la crisis económica, pero harán que los trabajadores paguen por ello. Ellos cortarán masivamente el gasto público, destruirán todas las misiones sociales, privatizarán la vivienda social, se aplicarán las recetas del FMI, etc. Ellos devolverán los productos de los estantes, pero a un precio que nadie sería capaz de pagar. Que traería una reacción masiva similar a lo que ya hemos visto que tendrá lugar en Argentina y Brasil. Pero en una escala mayor, debido a la profundidad y el alcance de la Revolución Bolivariana es nada comparable a lo que ocurrió en el pasado en Argentina o Brasil con los gobiernos anteriores. Por otra parte, esto se acompaña con un linchamiento contra alguien que se parece o se sospecha que es chavista, una purga masiva del aparato del Estado y de las instituciones, la persecución y represión de los derechos democráticos de la clase trabajadora chavista y la mayoría pobre. Esto es bastante claro. Y es desde este punto de vista que estoy haciendo la crítica de las políticas del gobierno, porque creo que las políticas del gobierno no son propicias para la defensa de la Revolución Bolivariana, sino que conduce directamente al desastre.
Entrevista a Jorge Martín, secretario de Manos Fuera de Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario