El enfrentamiento de MacCandless consigo mismo había durado 113 días. Dejó un diario escrito en la contraportada de un libro sobre plantas comestibles que resulta bastante críptico a fuer de telegráfico: “Día 2: Día helado. Día 4: Día El Autobús Mágico. Día 9: Debilidad. Día 10: Nevada. Día 13: Día del Puerco Espín… Día 14: Miseria. Día 31: Salgo del autobús. Aves Grises. Ave de ceniza. Ardilla. ¡Pato Gastronomía! Día 43: ¡ALCE! Día 48: Ya hay gusanos. El Humo parece ineficaz. No sé, parece un desastre. Ahora deseo no haber disparado nunca al alce. Una de las mayores tragedias de mi vida. Día 68: Beaver Dam. Desastre. Día 69: Llovió, el río parece imposible. Solo, asustado. Día 74: Loco terminal. Más rápido. Día 78: Encuentro con el lobo. Comí semillas de patata y muchas bayas. Día 94: Pájaro Carpintero. Niebla. Extremadamente débil. Culpa de la semilla de patata. Cantidad de problemas sólo para ponerme de pie. Muriendo de hambre. Gran peligro. Día 100: La muerte se cierne como una amenaza seria, demasiado débil para salir, estoy literalmente atrapado en el medio silvestre. No es un juego. Días 101-103: [No hay entradas escritas, sólo aparecen numerados los días]. Día 104: ¡Encuentro con el oso! Día 105: Cinco ardillas. Caribú. Día 107: Hermosas bayas. Días108-113: [Estos días están marcados sólo con barras]”. Un simple mapa hubiera podido ayudarle a salir del paso. Los lugareños dijeron que era de tontos haberse muerto de hambre en pleno verano y a veinte millas de una carretera. Tras conocerse la peripecia y muerte de MacCandless, el autobús fue bautizado con el nombre de Autobús Mágico y se ha convertido en objeto de culto y lugar de peregrinación para muchos entusiastas de lo auténtico.
lunes, 28 de noviembre de 2016
el autobús mágico
El joven norteamericano Christopher Johnson MacCandless quiso aislarse del mundo para mejor buscarse a sí mismo. Aunque lo llevó a cabo en unas condiciones más que lamentables. Con dos latas de atún, un puñado de maíz, algo de ropa de abrigo, un saco de dormir y su rifle Winchester emprendió un vagabundeo por las tierras de Alaska en abril de 1992. Falto de pertrechos y desprovisto de conocimientos de supervivencia, tuvo la suerte de encontrar un autobús abandonado en medio de la nada. Cuando abandonó el bus para volver a la civilización, no pudo vadear el río que había cruzado en abril –bajaba muy alto–, por lo que hubo de regresar al autobús donde malvivió hasta septiembre. Su cuerpo fue encontrado el día seis de dicho mes dentro de un saco de dormir. Pesaba treinta kilos. En la puerta del autocar aún colgaba su cartel de petición de auxilio: “S.O.S., necesito ayuda. Estoy herido, a punto de morir, y demasiado débil para hacer una caminata. Estoy completamente solo, no es ninguna broma. En el nombre de Dios, por favor permanezcan aquí para salvarme. Estoy recolectando bayas cerca de aquí y volveré esta tarde. Gracias, Chris McCandless. Agosto”.
El enfrentamiento de MacCandless consigo mismo había durado 113 días. Dejó un diario escrito en la contraportada de un libro sobre plantas comestibles que resulta bastante críptico a fuer de telegráfico: “Día 2: Día helado. Día 4: Día El Autobús Mágico. Día 9: Debilidad. Día 10: Nevada. Día 13: Día del Puerco Espín… Día 14: Miseria. Día 31: Salgo del autobús. Aves Grises. Ave de ceniza. Ardilla. ¡Pato Gastronomía! Día 43: ¡ALCE! Día 48: Ya hay gusanos. El Humo parece ineficaz. No sé, parece un desastre. Ahora deseo no haber disparado nunca al alce. Una de las mayores tragedias de mi vida. Día 68: Beaver Dam. Desastre. Día 69: Llovió, el río parece imposible. Solo, asustado. Día 74: Loco terminal. Más rápido. Día 78: Encuentro con el lobo. Comí semillas de patata y muchas bayas. Día 94: Pájaro Carpintero. Niebla. Extremadamente débil. Culpa de la semilla de patata. Cantidad de problemas sólo para ponerme de pie. Muriendo de hambre. Gran peligro. Día 100: La muerte se cierne como una amenaza seria, demasiado débil para salir, estoy literalmente atrapado en el medio silvestre. No es un juego. Días 101-103: [No hay entradas escritas, sólo aparecen numerados los días]. Día 104: ¡Encuentro con el oso! Día 105: Cinco ardillas. Caribú. Día 107: Hermosas bayas. Días108-113: [Estos días están marcados sólo con barras]”. Un simple mapa hubiera podido ayudarle a salir del paso. Los lugareños dijeron que era de tontos haberse muerto de hambre en pleno verano y a veinte millas de una carretera. Tras conocerse la peripecia y muerte de MacCandless, el autobús fue bautizado con el nombre de Autobús Mágico y se ha convertido en objeto de culto y lugar de peregrinación para muchos entusiastas de lo auténtico.
Javier Mina 16-10-2014
El enfrentamiento de MacCandless consigo mismo había durado 113 días. Dejó un diario escrito en la contraportada de un libro sobre plantas comestibles que resulta bastante críptico a fuer de telegráfico: “Día 2: Día helado. Día 4: Día El Autobús Mágico. Día 9: Debilidad. Día 10: Nevada. Día 13: Día del Puerco Espín… Día 14: Miseria. Día 31: Salgo del autobús. Aves Grises. Ave de ceniza. Ardilla. ¡Pato Gastronomía! Día 43: ¡ALCE! Día 48: Ya hay gusanos. El Humo parece ineficaz. No sé, parece un desastre. Ahora deseo no haber disparado nunca al alce. Una de las mayores tragedias de mi vida. Día 68: Beaver Dam. Desastre. Día 69: Llovió, el río parece imposible. Solo, asustado. Día 74: Loco terminal. Más rápido. Día 78: Encuentro con el lobo. Comí semillas de patata y muchas bayas. Día 94: Pájaro Carpintero. Niebla. Extremadamente débil. Culpa de la semilla de patata. Cantidad de problemas sólo para ponerme de pie. Muriendo de hambre. Gran peligro. Día 100: La muerte se cierne como una amenaza seria, demasiado débil para salir, estoy literalmente atrapado en el medio silvestre. No es un juego. Días 101-103: [No hay entradas escritas, sólo aparecen numerados los días]. Día 104: ¡Encuentro con el oso! Día 105: Cinco ardillas. Caribú. Día 107: Hermosas bayas. Días108-113: [Estos días están marcados sólo con barras]”. Un simple mapa hubiera podido ayudarle a salir del paso. Los lugareños dijeron que era de tontos haberse muerto de hambre en pleno verano y a veinte millas de una carretera. Tras conocerse la peripecia y muerte de MacCandless, el autobús fue bautizado con el nombre de Autobús Mágico y se ha convertido en objeto de culto y lugar de peregrinación para muchos entusiastas de lo auténtico.
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