¿Quién puede resistirse a un mantel blanco no demasiado pringoso en ese momento en que la peña habla y habla y no hay demasiada prisa en pedir la cuenta? Da gusto dibujar sin ninguna trascendencia como el que hace monigotes mientras uno tiene el teléfono en la oreja.
Un buen trabajo de línea!
ResponderEliminarNo lo llamaría trabajo, gracias.
ResponderEliminarYa lo estamos esperando como al camarero con el primer plato pasada las 14h.
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