Toni, que tiene una empresa aquí, nos consigue una suite en el hotel El Gezirah Sheraton a muy buen precio. El sitio es perfecto, a una buena altura en el centro de El Cairo. Desde la terraza vemos las pirámides. En la tele ponen trozos de pelis en blanco y negro de un cantante igualito que Antonio Molina, cantando a sus chicas lo de habibi ya nur el ain, mi amor luz de mis ojos. El tiempo en Arabia, África y Australia.
Antigua postal de La Ciudadela |
Mezquita Al-Rifai y madrasa del sultán Hasán con su tumba sin cuerpo. Le doy propina a una chica que guarda los zapatos, pero ella se la da a un gordo sentado en un sillón pelando la pava. Caminando a la mezquita de Ibn-Tulún. Es inmensa, sólo vemos algunas dependencias porque está de obras. El Saiyida Zeinab, casas antiguas medio en ruinas y extraños negocios. Unos chicos nos dicen que nos volvamos, que es peligroso. Lo más peligroso parece la policía, con sus botas abiertas sin cordones y sin calcetines (demasiado calor para este uniforme). Port Said, inmensa avenida comercial, cafés y comercios. Frente al Museo Islámico, la policía esposa a dos chavales. Plaza de Solimán-Bajá. El mítico Café Groppi, hay tres locales, fundado a finales del siglo XIX por un traidor suizo. El Parlamento, la. Sociedad Geográfica, la Ciudad Jardín. Plaza de Al-Tahrir, Gezirah, Museo de Arte Contemporáneo y el de la Civilización, muy cerca del hotel.
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