Cenamos de montaditos en El Trastero, muy cerca de la Glorieta, junto a Nuria y Federico, al que, parece, Elche se le hace pequeño. Los montaditos están buenos y tienen buen precio; pero cuando abren la puerta para servir en la terraza, entra un frío que paqué. Deambulando para buscar un sitio para meter tanta gente a tomar un café, acabamos en el Templet, una cafetería con un salón grande presidido por una Dama de Elche con iluminación de museo. Sacamos los cuadernos y nos dibujamos unos a otros. Hacen retratos sueltos, yo prefiero recordar un momento, una situación. Dolça hace un bonito cuaderno. Las frases oídas llenan los huecos de sus páginas. Joshemari se bebe su pacharán.
Cuánto me alegro de haberme encontrado con tu blog e incluso de haberme vuelto a ver dibujada en uno de tus cuadernos. Fuiste uno de los descubrimientos para mí de este encuentro. Me gustaron mucho tus dibujos. Un beso!
ResponderEliminarY a mí los tuyos, ¡tan personales! Conservo la foto de un retrato que me hiciste. Dulce Dolça, encantado de haberte conocido.
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