En realidad no merece la pena entrar a esta taberna mítica si no hay hueco, cosa que suele ser normal. No tiene uno que ir a la guerra por unas croquetas. Tuvimos suerte y la cosa estaba tranquila. A pesar del cambio de dueños, las croquetas siguen estando ricas, aunque más pequeñas y más caras, y hasta puede uno dibujar.
Melo's, en Ave María 44, Lavapiés, Madrid. Tapas gallegas, zapatillas y croquetas. No se puede reservar.
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