Ansiosamente
Como una mujer que se apresura a su amante
La noche llega a la habitación del mundo
Y yace, rendida y contenta,
Contra la fría cara redonda
De la luna.
II
La noche es un niño curioso, vagando
Entre la tierra y el cielo, arrastrándose
Por ventanas y puertas, embadurnando
todo el barrio
Con pintura morada.
Día
es una madre apologética
Que paño en mano
Va detrás.
III
Venta ambulante
De puerta a puerta
La noche vende
Bolsas negras de estrellas de menta
Cucuruchos colmados de luna de vainilla
Hasta que
Sus mercancías se acaban
Luego se arrastra hacia casa
tintineando las monedas grises
del amanecer.
IV
La canción quebradiza de la noche, fina como una astilla
Se rompe en mil millones de fragmentos
De sombras tranquilas
Al son del jazz a todo volumen
De un sol matutino.
Frank Marshall Davis, Cuatro destellos de la noche de Black Moods: Collected Poems, editado por John Edgar Tidwell. © 2002 por la Junta de Síndicos de la Universidad de Illinois. Reimpreso con permiso de University of Illinois Press.
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