Enfrente del Hotel Cumbria, al otro lado de la carretera de Toledo, está el bar de barrio dormitorio
La Vereda, con cerveza Alhambra y tapas de cocina reguleras por 1,50 euros; destacar su terraza al sol en invierno, el futbolín y que los domingos siguen la tradición culiparda de hacer migas, gachas y arroz.
El Kiosko, en el bulevar de la Avda, de los Reyes Católicos, es un sitio agradable a la sombra de los pinos; pero con un camarero desagradable y sin tapas. El bar dominicano
Punta Cana, en la calle Palma, tiene una surtida carta de tapas generosas de fritos que, con una caña de San Miguel, cuestan dos euros.
Casa Candi, en la calle José de Ribera, es el bar más concurrido de Pio XII; su dueño, Candi, de El Risco, un pueblo de la siberia pacense, pone cañas de Mahou con tapas de cocina por 1,20 euros.
El Rinconcito, junto a Leclerc, es un bar enorme y feo, pero con billar, futbolín, máquinas flipper y de marcianos; y además buenas tapas a 1,20euros la consumición. La nueva cafetería
Helados Morán va ampliando su salón haciéndose cada vez más cafetería, y cada vez más parecida a todas las cafeterías, la pena es su café tan torrefacto. La pequeña taberna
Enre2, en el pasaje de San Isidro, es la mínima expresión, ocho metros cuadrados, de bar con cocina; ambiente joven de colegueo, regetón, y tapas generosas no muy curradas por 1,80 euros la consumición. El
Pan Real de Tablas de Daimiel lo lleva Jabi con toda la amabilidad y simpatía del mundo, las torrijas, a las que nos invita por el dibujo, están riquísimas. La pequeña pastelería bombonería
La Deliciosa, en la Plaza Mayor, tiene una mesa para tomarse un café con cualquiera de sus numerosos pasteles, tartas o pastas, en un decorado retro modernista.
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ResponderEliminarGracias. La vitalidad está en los bares.
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