miércoles, 15 de marzo de 2017

ombligos de venus en la calle de la amargura



La Umbilicus rupestris, Ombligo de Venus, sombrecillo o vasillos, es una planta crasulácea de hojas carnosas de contorno circular, de hasta 6 cm, con forma de paraguas invertido formando una cavidad que recuerda el ombligo, limpio de pelo y broza, de una venus. Su peciolo, de hasta 25 cm, se inserta en el centro del envés del limbo. Las caulinares dentadas, en cuña. De flores tubulares blancas, amarillentas o verdosas, colgantes y dispuestas a lo largo del tallo, que aparecen a mediados de primavera y verano.

Estas hojas carnosas son comestibles, tienen un gusto agradable, son inodoras y su sabor es ácido al amanecer, insípido al mediodía y amargo al anochecer. Se comen crudas en ensalada. Sus flores también son comestibles, aunque algo amargas. Contienen taninos y sales minerales de Fe, Si, Ca y K. Las hojas son emolientes, calmantes y refrescantes. Machacadas se colocan en grietas, tumores e hinchazones, incluso llagas, retirando la epidermis, para ayudar a cicatrizar. En el siglo XII las tomaban antes del coito para engendrar un hijo varón.

Se cría en las rendijas de las peñas y entre los muros, pero siempre en lugares sombreados. Prefiere los terrenos sin cal y mucha humedad atmosférica, condiciones que, de faltar, hacen que apenas se desarrolle. Aquí las vemos en este muro ruinoso del número 23 de la calle de la Amargura de Puertollano.

El cocinero recolector y las plantas silvestres, de Miguel Ángel de la Cruz, Ana María González-Garzo y Augusto Krause Lameiras, Editorial Everest, 2013.

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