El sepia es un color ocre marrón anaranjado rojizo que reconocemos en las fotos antiguas, y que viene del uso de la tinta de la jibia en pintura. Coincidentemente hemos visto este color, o parecido, en antiguos dibujos o escritos a pluma. No es que hayan usado tinta de sepia para ello, es que han usado un producto llamado nogalina para su pluma o plumilla, que tiene un color parecido y que aún se sigue usando para tintar la madera.
La nogalina es un producto marrón oscuro que sale de la cáscara de la nuez. Si has manipulado alguna vez estas cáscaras, habrás visto que manchan con mucha facilidad. La cáscara carnosa de las nueces contiene unas sustancias químicas (juglona, yodo y taninos) que se oxidan en contacto con el aire y se vuelven de color marrón oscuro. Es un tinte muy antiguo que se ha utilizado durante siglos para teñir tejidos y madera, como tinte para el pelo, para hacer obras de arte y como ingrediente principal en la fabricación de las tintas con las que se escribían los códices medievales.
Actualmente se vende en escamas o en polvo; pero es factible hacerla a partir de nueces secas, ya marrones, hirviendo la cáscara en agua y luego colándola.
En estos dibujos, de la terraza de La Roulotte del Bocadillo y de las jugadoras de cartas del Café Guridi, he utilizado tinta J. Herbin Ambre de Birmanie, que dice utilizar tintes naturales, en cartuchos para estilográfica, que he mezclado con cartuchos de tinta negra para conseguir diferentes tonos.
La nogalina es un producto marrón oscuro que sale de la cáscara de la nuez. Si has manipulado alguna vez estas cáscaras, habrás visto que manchan con mucha facilidad. La cáscara carnosa de las nueces contiene unas sustancias químicas (juglona, yodo y taninos) que se oxidan en contacto con el aire y se vuelven de color marrón oscuro. Es un tinte muy antiguo que se ha utilizado durante siglos para teñir tejidos y madera, como tinte para el pelo, para hacer obras de arte y como ingrediente principal en la fabricación de las tintas con las que se escribían los códices medievales.
Actualmente se vende en escamas o en polvo; pero es factible hacerla a partir de nueces secas, ya marrones, hirviendo la cáscara en agua y luego colándola.
En estos dibujos, de la terraza de La Roulotte del Bocadillo y de las jugadoras de cartas del Café Guridi, he utilizado tinta J. Herbin Ambre de Birmanie, que dice utilizar tintes naturales, en cartuchos para estilográfica, que he mezclado con cartuchos de tinta negra para conseguir diferentes tonos.
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