Israel ha invocado de forma muy opaca el derecho a la autodefensa, pero el derecho a la autodefensa es el derecho a usar la fuerza y bajo el derecho internacional sólo está permitido cuando lo autoriza el Consejo de Seguridad o cuando es para repeler un ataque. El derecho a la legítima defensa se acaba cuando se ha repelido el ataque contra el territorio, aunque en este contexto concreto, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha establecido jurisprudencia en el sentido de que el ataque debe proceder de un Estado. En la opinión consultiva párrafo 139 [sobre la construcción del muro en Cisjordania] se sostiene que, aunque hay amenazas contra Israel que emanan desde el territorio palestino ocupado, dado que Israel es la potencia ocupante, no puede invocar el derecho a la legítima defensa. Se trata de la Corte Internacional de Justicia, el máximo órgano judicial de las Naciones Unidas.
Tras el ataque del 7 de octubre, Israel ha lanzado una ofensiva contra Gaza. Israel estaba autorizado a usar la fuerza de forma proporcionada y respetando el principio de distinción y precaución. Nada de esto se ha respetado.
Está luchando contra las personas a las que debería proteger según el derecho internacional. Esto es lo que está haciendo: tratar a toda una población como el enemigo. No puede luchar contra el pueblo al que ocupa.
Lo que la gente nunca dice en el derecho internacional es que el pueblo palestino tiene derecho a resistir una ocupación ilegal. Nunca escucharás eso en los principales medios de comunicación. ¿En qué mundo vivimos cuando tenemos que intentar proteger el trabajo del secretario general de las Naciones Unidas ahora que EEUU y sus aliados, tan influyentes, están decididos a destituirlo de su cargo? Eso demuestra su total falta de respeto por el orden internacional.
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