El primer dios, sin duda, fue el sol, que traía la vida cada día. La luz y la oscuridad, la vida y la muerte. Siempre se ha representado como un círculo del que emanan rayos. Los cuencos funerarios del Calcolítico, en Los Millares (Almería) por ejemplo, representan dos ojos que son como dos soles; el dios que todo lo ve y hace que todo se vea. Cientos de monumentos y necrópolis se orientan hacia los solsticios. También había dioses menores, los otros luceros más relucientes: La luna y el planeta Venus.
Los arqueólogos hablan de ritos de enterramientos, de ídolos de piedra, barro, hueso y madera. Los primeros orantes se representan en las primeras civilizaciónes.
La foto de la izquierda es de una hermosa pieza del Museo Arquelógico Nacional, y representa a un personaje sumerio en actitud de oración, de pie, con las manos juntas sobre el pecho y vestido con un largo faldellín. Este tipo de figuras se repitió durante varios siglos en Mesopotamia (hoy Irak) y, aunque el estilo evolucionó, la vestimenta, los tocados y las actitudes de hombres y mujeres variaron muy poco. Esta figura, en concreto, es del Periodo Dinástico Primitivo III, aproximadamente del año 2500 a.C.
Es lógico suponer que la religión de Abraham que huyó de Ur, posiblemente, al final de la III Dinastía (a fines del II milenio a.C.) tal vez por la invasión amorita, tuviese un fondo común con estas tradiciones mesopotámicas.
La civilización sumeria está considerada como la primera civilización del mundo. Aunque la procedencia de sus habitantes, los sumerios, es incierta, existen numerosas hipótesis sobre sus orígenes, siendo la más aceptada actualmente la que argumenta que no habría ocurrido ninguna ruptura cultural con el período de Uruk, lo que descartaría factores externos, como podían ser invasiones o migraciones desde otros territorios lejanos.
Su religión era politeísta, tenían numerosos dioses a los que invocaban su protección: Una trinidad de dioses mayores (Enlil, Enki, Ea), dioses y diosas patronos o protectores de una determinada ciudad (el dios Ningirsu en Lagash, Shara en Umma) y dioses protectores elegidos por los reyes, como Ningizzidda y Lama , protectores del rey Gudea de Lagash. Los acadios, semitas, que tras la toma del poder por Sargón I de Akad ejercieron la hegemonía en la región mesopotámica a partir del año 2334 a.C., adoptaron estas mismas deidades, cambiando sus nombres.
Las tradiciones semita, hebrea y posteriores tienen muchos mitemas comunes con la mitología sumeria:
Cosmogonia. Nammu creó el cielo y la tierra (que se la dio a Ki y a An), Su hijo Enlil creó la atmósfera, el viento , la tormenta y separó el día de la noche. Enlil y Ki crearon los animales, y las plantas. Los hombres fueron creados por Enki y Ki para servir los dioses.
La mujer (Eva). Ki creó con la costilla de Enki una diosa, Nin-ti, que significa mujer de la costilla. Una mala traducción añadió todo lo demás.
El paraíso. Enki creó un lugar donde el hombre podía vivir sin miedo a los animales (serpientes, hienas, escorpiones o leones) un lugar sin terror, pero Enki descubrió un comportamiento inadecuado en los humanos y los expulsó.
El paraíso. Enki creó un lugar donde el hombre podía vivir sin miedo a los animales (serpientes, hienas, escorpiones o leones) un lugar sin terror, pero Enki descubrió un comportamiento inadecuado en los humanos y los expulsó.
Caín y Abel. Dos dioses, Emesh (el verano) y Enten (el invierno), que inicialmente fueron encargados por Enlil, uno de las cosechas y la agricultura y otro de los animales y el ganado, pero que tuvieron una gran disputa. Un problema parecido hubo entre Ashnan (diosa del grano) y Lahar (diosa del ganado). Después de una borrachera se pelearon y Enlili y Enki tuvieron que mediar entre ambos.
El Diluvio Universal. Durante 7 días y 7 noches llovió sin parar pero Ziusudra, avisado por el dios Utu, creó un barco, donde guardó ejemplares de semillas y animales. Cuando dejó de llover, y apareció el sol, Ziusudra hizo el sacrificio de una oveja al dios Utu.
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