Se te está muriendo divinamente, te lo juro. Tenía ganas de que vinieras para poder decírtelo. Puedes estar orgulloso, de verdad. En los años que llevo de médico nunca había visto a nadie morirse tan bien como se está muriendo tu padre. ¡Qué irse!, ¡qué apagarse!, ¡con qué parsimonia!, ¡con qué graduación!… Estoy disfrutando, no te lo puedes imaginar.
Amanece que no es poco, de José Luis Cuerda (falleció ayer tras sufrir una embolia en el Hospital de la Princesa de Madrid).
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