lunes, 6 de agosto de 2018

la última carta de lorca

LORCA


Le fusilaron de madrugada el 18 de agosto de 1936, cerca del manantial conocido como Fuente Grande, a la vera del tristemente famoso barranco de Víznar, bajo cuya tierra yacen cientos de víctimas de la vesania de los sublevados granadinos. Nadie ha dejado constancia de los últimos momentos de Lorca. A su casa de la calle San Antón de Granada, donde estaba su padre, se acercó uno de los sicarios de la “Escuadra Negra” con una carta de Lorca: “Te ruego, papá, que a este señor le entregues 1000 pesetas como donativo para las fuerzas armadas”. Una vileza urdida desde el Gobierno Civil para dar a entender, que si entregaba ese dinero, salvaría la vida de su hijo. A continuación, los asesinos, al chófer de la familia Lorca, Francisco Murillo Gámez, le dijeron que acababan de fusilar al poeta. Un paquete de Lucky le enseñaron sustraído del bolsillo de Federico como prueba del crimen. Aquella carta del poeta estuvo en el bolsillo de don Federico García Rodríguez hasta su muerte. No en vano era el último autógrafo de su hijo.

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