Su período de máximo esplendor coincide con el modernismo catalán. Durante esta etapa, ya bajo la gerencia de Pau Pujol i Vila, hijo de Jaume, colaboraron con la fábrica arquitectos como Gaudí, Gallissà, Puig i Cadafalch, Domènech i Montaner, Font i Gumà, Bassegoda,… Algunos de estos arquitectos junto con otros artistas (Adrià Gual, Alexandre de Riquer, Lluís Brú,…) harán proyectos cerámicos para la fábrica. La empresa con despacho en Barcelona -en la calle Tallers número 9- y fábrica en Esplugues de Llobregat, contó durante el primer tercio del s.XX, con dos directores artísticos de gran relieve: Juan B. Alós i Peris y Francisco Quer i Selvas.
Entre el año 1913 y 1919 tuvo lugar la ampliación más importante de la fábrica, que incluyó la construcción de los dos majestuosos hornos de botella. Esta ampliación supuso una revolución: el aumento significativo de la capacidad de producción y la incorporación de nuevos productos como el gres y la porcelana.
Después de la Guerra Civil (1936-1939), la empresa se convirtió en sociedad anónima: Cerámicas Pujol y Baucis S.A. A partir de este momento se iniciaron nuevas líneas de producción y se comercializaron productos cerámicos hasta su cierre definitivo. Durante la década de los 80, el Ayuntamiento de Esplugues adquirió la finca de la fábrica de cerámica conocida popularmente como “La Rajoleta”. En el año 1994 se inician las primeras intervenciones del nuevo delimitado recinto con la construcción de un nuevo edificio que, en la actualidad, acoge la exposición permanente de “La Rajoleta”.
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