Fue víctima de su belleza y su vulnerabilidad en una sociedad machista. Después de la separación de su padre y muerte de su madre, su padrino la sacó de la escuela, pues el director filtreaba con ella. Se casó con casi 19 años con un capitán veinte años mayor que ella, cuya relación había sido por correspondencia. Se trasladó con su marido a Java, donde tuvo dos hijos, que más tarde fueron envenenados por el servicio en venganza al trato que les daba su marido. Éste se dio a la bebida y empezó a maltratarla, y ella, en su soledad, tuvo sus primeros contactos con la cultura javanesa, en especial con las danzas folclóricas balinesas y las técnicas amatorias orientales, que le proporcionaron años más tarde fama como cortesana de lujo.
Ya en Europa, el matrimonio se separó legalmente. Hizo unos intentos como modelo desnuda para artistas para poder vivir y, posteriormente, decide hacerse pasar por princesa de Java, con el nombre de Mata Hari, que en malayo significa ojo del día, o sea: el sol. Debuta como bailarina exótica en el Museo Guimet de París, de ahí pasaría por el circo, salas de espectáculos y fiestas privadas. Viviría de la danza y el strip-tease hasta conseguir cierto renombre por su belleza y sus propias fotografías publicitarias, que sugerían desnudos que en realidad nunca realizó en su espectáculo que, realmente, más que exótico, era erótico. Tuvo muchos romances con militares, políticos y hombres de la alta sociedad.
El Deuxième Bureau francés la forzó a espiar para Francia, si quería visitar a su amante, el piloto ruso Vadim Maslov, tras un accidente en que había perdido un ojo. Al aceptar, tuvo que seducir al hijo del Kaiser Guillermo II. Más tarde fue acusada de ser espía doble, pues podría haber ofrecido información a los alemanes para acercarse al Kaiser, y su inteligencia había enviado algún mensaje para que fuera interceptado insinuando que ella podría ser su agente H-21. En realidad solo había ofrecido chismes como carnaza.
Fue arrestada en su habitación del Hotel Elysée Palace en los Campos Elíseos en París. En el jucio no se presentaron pruebas concluyentes y se le atacó por su falta de honestidad al llevar una vida llena de mentiras. La leyenda cuenta que se defendió diciendo que había sido una ramera, pero jamás una traidora. Su amante ruso no quiso testificar a su favor.
Fue condenada a muerte y fusilada por un pelotón de doce soldados franceses. No quiso taparse los ojos y, desafiante, lanzó un beso a sus verdugos. Un suboficial le dio el tiro de gracia. Nadie reclamó su cuerpo, que se usó para estudios médicos. Su cabeza se embalsamó y guardó en el Museo de Anatomía de París. En el año 2000 se comprobó que había desaparecido, seguramente en la reubicación del museo en 1958.
No sé si en el futuro se me recordará, pero si así fuera, que nadie me vea como a una víctima sino como a alguien que nunca dejó de luchar con valentía y pagó el precio que le tocó pagar, dijo Mata Hari sin saber que se convertiría en una leyenda, sinónimo de espía seductora y mujer fatal, de la que se harían novelas, musicales, películas y series de televisión.Puede encontrarse mucho material gráfico sobre ella en la exposición Top secret, cine y espionaje hasta el 23 de octubre en el CaixaForum Madrid, de lunes a domingo de 10h a 20h. Es de esta expo de donde he recogido la mayoría de las fotos. Su foto de novia es del Fries Museum, que con otras dos salieron de National Geographic Historia.