lunes, 22 de junio de 2020

dibujos del tío paco niño










Alguien dibujó estas viñetas en la parte blanca de la contraportada de un número de Las maravillosas aventuras de Pipo y Pipa, una colección de cuentos que empezó a editarse a finales del siglo XIX y que eran las favoritas de mi madre y su hermana cuando eran pequeñas, un poco antes de iniciarse la Guerra Civil. Posiblemente que fuera su hermano Paco, el mayor y único que había heredado esta habilidad de su padre, el que se atrevió a manchar este sagrado cuento para hacer este pequeño cómic en que un guardia espera que sean las 12 horas. Se pregunta por qué está esperando a que sean las 12, mientras un ladrón corre delante de un policía con porra. Justo a las 12, el ladrón se cruza con el guardia que espera, y que lo derriba. La respuesta a la pregunta es: pues estaba esperando para irse a su casa PERO DE REPENTE VE AL LADRÓN.
En la contraportada, donde estaba impreso un jinete (Pipo?) con su espada y su perro, ha dibujado las huellas de un animal que se gira para encontrarse con el caballo, dejando tras de sí un mogollón de huellas.

Mi tío Paco tuvo una infancia enfermiza que le ayudó a desarrollar sus habilidades. Según cuentan, se seguía relacionando con sus amigos haciendo dibujos para ellos y algunas manualidades. También proyectaba películas desde su ventana en la pared de la casa de enfrente, que veían sentados en la acera. Ya mayor, trabajó para una empresa de animación. Isa recuerda que hacía muñequitas de cartulina y soldados americanos e indios a caballo para sus sobrinos durante el tiempo que vivió soltero con ellos.

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