para el tocino freír.
En la grasa que ha soltado
la harina habrá de añadir,
con un poco de pimentón
removiendo hasta tostarlo
con un largo cucharón.
Poco a poco pondrá agua,
sin dejar de remover,
esperando unos minutos
hasta que arranque a cocer,
y las dejará un rato
hasta que hagan flo, flo, flo,
que al ir subiendo el aceite
rezumará el pimentón,
y al ponerse coloradas
las apartará las ascuas
porque ya están terminadas.
En la misma sartenilla
no las dejará enfriar,
teniéndolas junto al fuego
hasta que llegue a almorzar.
Según ordenaba un cura de Villanueva de Alcardete a su ama.
Recogido por Saturnino Perea en su libro Cosas de ayer.
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