la vida con la muerte en la chepa

En cuanto a morir, podría decirse que es el mayor tabú en las culturas del primer mundo. Si bien casi todas las tradiciones chamánicas les enseñan a los estudiantes el imperativo de llevar la muerte cerca en todo momento, no nos sentimos tan cómodos tratando con ella en Occidente, y así perdemos mucha vida. Sin la muerte susurrando en nuestro oído, recordándonos que nuestro tiempo es finito, es fácil dejar que la vida suceda. Y luego, el tiempo vuela y no sabemos a dónde fue. 

La muerte ofrece consejos sabios y consoladores si tienes el coraje de escuchar. Y es muy probable que ese valor sea recompensado con una vida más preciosa, más rica e irónicamente, mucho más difícil de decir adiós.

Mi vida transcurre en gran medida como lo ha hecho, sin embargo, ahora la muerte está firmemente asentada en mi hombro izquierdo y por eso estoy agradecido. Me habla: no te pierdas ni un momento, elige la vida que realmente quieres mientras tienes la oportunidad, no pierdas el tiempo en cosas que sabes que realmente no importan. Tener un marco para la forma en que deseo acercarme a mi muerte me libera para vivir de manera más auténtica y con mayor integridad e intención, siempre y cuando se me conceda la vida. Paradójicamente, estoy más aquí, ya que me he dejado contemplar el momento en que ya no será así.

¿Vale la pena? No puedo responder por nadie que no sea yo mismo, pero probablemente estemos de acuerdo en que esta situación es muy seria. Teniendo en cuenta lo que es, y lo que casi seguramente queda por delante, me siento alentado e incluso esperanzado, no sobre la cantidad de mi vida, sino sobre la calidad de la misma. Me siento muy afortunado de haber encontrado este pequeño forro plateado, el aguijón que necesitaba para estar finalmente aquí ahora.

Elizabeth West en Dissident Voice