Vicente y Domingo han reservado un grupo de ovejas para que veamos el esquileo a máquina. Después llega Benjamín, de 86 años, para hacerlo con tijeras. Las ha olvidado y cuando vuelve ya no quedan ovejas sin esquilar. Pena. Allí mismo Isi, de San Lorenzo, nos enseña a hacer queso. Probamos el suero y el queso fresco.
Puede sonar a tópico, pero ese queso tenía un sabor espectacular... La pena fue no ver el esquileo a mano. A ver si el año que viene tenemos mas suerte. Un abrazo!
ResponderEliminarLo mismo digo. Allí nos veremos.
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