Decidiendo qué tirar y qué no tirar, aparece este viejo cuaderno de caras, de principio de los noventa. Era un cuaderno impreso de fotos de Pasquale Caprile, un fotógrafo publicitario, reciclado con pinturas opacas, tinta china o papeles pegados sobre los que pintaba y raspaba. Un laboratorio para probar herramientas y materiales. Está sin terminar, así que decido dejarlo sobre la mesa y meterle mano en esas pausas en que la paleta aún chorrea.
¡qué tiempos aquellos!
ResponderEliminarMuy buenas me parecen
ResponderEliminarGracias santiago, ya veo que te diviertes con cuaderno nuevo en la capi de los USA.
ResponderEliminarHay algunos cuyo resultado es realmente muy bueno¡¡¡
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