jueves, 30 de junio de 2011

taberna casa julio


No sé si la culpa la tiene Bono, o los periodistas (a los que tanto les gusta airear las excentricidades de los famosos), o los hijos de los dueños (a los que el suceso les puso cara de tío Gilito); pero lo cierto es que esta taberna popular tan famosa por sus croquetas ha dejado su ser para convertirse en "un bar coqueto de tapas". Coqueto, en el lenguaje de la venta de pisos, quiere decir pequeño, arreglado superficialmente para que parezca otra cosa y caro. Podríamos aplicarlo aquí.
Lo cierto es que el interior no se parece nada a lo que era, excepto la señora del pelo lacado, que ahora va disfrazada a lo Boquería. La reconversión está clara: en la calle sigue siendo Casa Julio, y dentro es una Casa Julio para señores con pasta a los que les gusta confundirse con el pueblo, como los reyes de los cuentos; y además con muchos tipos de croquetas y las fotos que acreditan que tenemos gustos semejantes a Bono, el de U2. Han dejado el techo curvo y lo mejor: la señora con el pelo lacado, que se pasea como una diosa. Por mi parte, creo que éste ya no es mi sitio y, posiblemente, no vuelva a pasar la mañana delante de un café.

Pienso que me gusta el Madrid cutre. Este adjetivo que se usa como eufemismo de miserable, tiene otra acepción, para mí más agraciada: realidad no disfrazada. Todo ese encanto con que la burguesía hace las ciudades a su gusto, las uniforma de una forma detestable dándoles ese aspecto turístico y teatrero en el que parecen disfrutar arquitectos, autoridades, profesionales liberales y gentes con ambición de progresar. Yo pienso que arrebatan la calle a los que allí viven y toda posibilidad de ser partícipes. Por eso me gustan tanto esas calles donde los vecinos ponen su pequeño jardín en los huecos de los árboles y macetas que improvisan en latas de conserva o pintura, y dan ese vivo frescor que nada se parece a esos arbolitos salidos de las maquetas de los arquitectos (los árboles grandes tapan su proyecto). Esas calles tan cutres donde da gusto vivir.

En el dibujo puede verse el aspecto que tenía esta taberna, la señora batiendo y mi café con leche.
Casa Julio está en la calle Madera Alta, en el barrio de Malasaña (Madrid).

No hay comentarios:

Publicar un comentario