miércoles, 21 de febrero de 2018

historia de una puerta










                                                                                                                                                                                                En el año 1300, los colmeneros de Toledo y Talavera de la Reina, continuamente asaltados por los bandidos de los Montes de Toledo, crean la Santa Hermandad, a la que se unió en 1304 Ciudad Real en defensa de sus intereses. Fernando IV de Castilla y León les concedió el Derecho de Asadura, por el que se podían cobrar en carne de los ganados que pasasen o pastasen en los Montes de Toledo. Carlos I les concedió las Penas de Cámara. Refundida por los Reyes Católicos en 1496, pasa a llamarse Santa Real Hermandad Vieja y como fin garantizar la seguridad en los caminos de España. Tenía jurisdicción para perseguir a todos aquellos que delinquían en el campo, pero no en las ciudades, que tenían sus propios aguaciles.

Desde finales del siglo XV hasta 1934, la Santa Hermandad de Ciudad Real tuvo su propia cárcel en la calle Ruiz Morote, justo enfrente de la Puerta del Perdón de la Iglesia de San Pedro, llamada así por la costumbre de solicitar la noche antes de la ejecución de un reo el dinero para su entierro así como el perdón para su alma, por parte de una Cofradía que ponía una mesa para recaudar el dinero debajo de dicha puerta. En Ciudad Real la Hermandad tenía 50 hermanos. Su uniforme comprendía una casaca con las mangas verdes. De ahí la expresión A buenas horas mangas verdes cuando alguien llegaba cuando todo había pasado.

Ser hermano suponía un gran prestigio social pues un requisito era ser de buena familia y no haber delinquido. A cambio estaban exentos de algunos tributos y excluidos de los sorteos de quintos. Tenían la facultad de apresar, juzgar y condenar a muerte a los reos en el propio campo.Ya en declive, desapareció por un real decreto de disolución de la Reina Isabel en 1835.

Su cárcel sería, tras su disolución, la Prisión Provincial. Este sitio es el mismo en que se vio, durante muchos años, la Cárcel de Partido, y con el tiempo Prisión Provincial, de triste historia. Sus condiciones inhumanas, antihigiénicas, la lobreguez de su ambiente, amén de su fealdad, la convertían en un edificio molesto, húmedo, inseguro. Constituía un peligro en el centro de la ciudad. Ofrecía también la desagradable repetición de los desfiles de los reos, en cuerda de presos, al ser conducidos a la Sala de Audiencia, ubicada en la calle de la Mata que llamábamos de Sauco Díez. Y no podía pasar desapercibido tan vetusto edificio. En la portada, como de iglesia o convento, con sus tres escalones obre el nivel de la calle, existía un frontispicio que tenía escritas en letras capitales, aquel pensamiento que se atribuye a Concepción Arenal y que decía así: Por no frenar su pasiones/ viene el hombre a mis prisiones/ sus crímenes aborrece,/ más al preso compadece, cuenta C.C.G. en el Boletín de Información Municipal de Ciudad Real de diciembre de 1969.


Su gran puerta de madera claveteada se mantuvo hasta su derribo a finales de los 60, contruyéndose en su lugar la Delegación Provincial de Hacienda, llevando su puerta hasta la portada exterior de la Ermita de Nuestra Señora de Alarcos, como única entrada de un recinto amurallado, junto a una torreta campanario. Esta ermita se mandó construir por el rey Alfonso VIII de Castilla en el siglo XII, de estilo románico rural, con columnas bizantinas (cuyos capiteles del atrio aún existían en la remodelación en los años 80, pero alguien se las llevó a su chalet). Su portada se conserva en la Catedral de Ciudad Real siendo conocida también cómo La Puerta del Perdón. Destruida la iglesia por los almohades tras la derrota de Alarcos en 1195, se reconstruye con el estilo gótico austero cisterciense de la Orden de Calatrava después de la victoria de Las Navas de Tolosa, en las que la orden de soldados freires aportase un gran número de lanzas. Mantiene elementos tardo románicos en sus capiteles y otros añadidos de los siglos XV y XVII.

Siendo propiedad de Ayuntamiento de Ciudad Real desde 1860, en que se habilita el templo (completamente abandonado) con fondos provinciales y donativos de fieles, se vuelve a intervenir en los años 80, al ser declarada Bien de Interés Cultural, sacando su artesanado mudéjar de la techumbre y eliminando su muralla exterior, incluida nuestra puerta de madera, con su portada del recinto amurallado de la ermita, que lo será ahora de otra de las dependencias del centro de interpretación del Parque Arqueológico de Alarcos y Calatrava (que incluye los yacimientos del Bronce, una ciudad-santuario ibérica, la ciudad medieval, la fosa común de la batalla de Alarcos y la ermita gótica del siglo XIV).

Relación de dibujos: 1. Portada de la Prisión Provincial, antes cárcelde la Santa Hermandad de Ciudad Real. 2. Portada del recinto exterior de la ermita de Alarcos. 3. La misma portada desde dentro del recinto. y 4. Situación actual de la puerta en el centro de interpretación del Parque Arqueológico de Alarcos y Calatrava.

Ciudad Real Cultural y El Sayón 

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