María espera vestida que venga una ambulancia que la lleve a su casa en el campo, en la carretera de Puertollano a El Villar, donde vive sola.
Tengo un piso en Puertollano al que no voy hace veinte años, lo mío es el campo. La acompañan sus nietas Vero, Laura y María. María estudia y Laura trabaja en El Corte Inglés. Con ellas acabará esa difícil tradición del pastoreo y la ganadería que vivieron los abuelos, de cortijo en cortijo, y luego los padres.
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