martes, 20 de octubre de 2015

canadá tras las elecciones

"He conocido y trabajado con muchos de los canadienses inteligentes, militantes y de buen corazón durante décadas, pero son muy pocos los valientes. El valor y la voluntad consistente que rompe todos los obstáculos y obliga a un movimiento revolucionario rara vez se encuentran en Canadá.

Podemos culpar a nuestra educación, por supuesto. ¿Quién de nosotros en las escuelas canadienses no han bombeado en nuestros pequeños cerebros vulnerables el estribillo recurrente que no somos ciudadanos libres sino súbditos leales de alguien llamanda a sí misma reina? La Amabilidad de Canadá es, en realidad, una velada cobardía.

Durante los años críticos de 2005 a 2008, cuando algunos de nosotros sentimos golpeada nuestra conciencia por el genocidio de aborígenes canadienses, no pude encontrar muchos canadienses para ocupar iglesias con nosotros. En su mayoría aborígenes fueron quienes lo hicieron, y una gran cantidad de ellos pagaron por su coraje con sus vidas. El blanco canadiense se quedó atrás y observó nuestras acciones -en especial los progresistas. Aún hoy en día, la idea de que nosotros, el pueblo, tenemos el poder de anular las instituciones penales, convocar a nuestros propios tribunales y recuperar nuestro país es lo que asusta a la mayoría de los canadienses.

En ese sentido, es quizá de extrañar que las recientes elecciones del 19 de octubre hayan tenido un impresionante número de votantes, uno de los mayores en la historia de Canadá si creemos a los medios corporativos. Cambio para los canadienses todavía significa tímidamente entregar su autoridad a otra persona. Sin embargo, cambiar y la incertidumbre es la única constante en el universo. Hay un nuevo espíritu en la tierra, incluso aquí en Canadá: pero sólo puede ser detectada de cerca.

Así que, para terminar, unas palabras del sabio: cuando vea ese espíritu encarnarse y emerger en su propio vecindario, en las detenciones de ciudadanos de violadores de niños y penalmente condenados por funcionarios de la iglesia y el estado, y incluso en las Asambleas de autogobierno local nuevos Pueblos, asegúrese de no actuar como un canadiense. No corra las cortinas, no corra en busca de ayuda para ver si todo es legal. En vez de eso, ten la fortaleza para olvidar quién te crees que eres y estar con nosotros, y arriesgarlo todo por nuestra única oportunidad improbable de libertad."

Kevin D. Annett

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