Pasamos un días recogiendo información de Internet sobre la derogación del dólar y su sustitución por el peso cubano convertible. Leo y oigo Musicas cubanas de Maya Roy y Cuba et la musique cubaine de Isabelle Leymarie. Fidel se cae en Santa Clara y va con el brazo en cabestrillo como el Ché. Los amigos nos dan direcciones.
Nuestro proyecto es viajar por el centro de la isla despacio: Cienfuegos (volver a casa de Nápoles) Sancti Spiritus, Trinidad (visitar a Mat y a Rob), Santa Clara, Rosario y finalmente La Habana. Me hago con un mapa de carreteras, una lista de casas y los horarios de Viazul, la linea de buses turísticos con aire acondicionado.
Envaso al vacío embutidos y cecina y Toña nos pasa una tableta de turrón. En el Dutty compro una botella de Cardenal Mendoza, que el brandy, y no el vino, también les gusta.
Ya perdí el cuaderno de mis dos últimos viajes a Cuba el último día de viaje y me temo que con el tamaño que he escogido para el de éste también lo perderé. Hay que llevar un cuaderno que quepa en el bolsillo, prescindiendo de cuestiones estéticas.
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