El
viejo Martín, camarero de los clásicos que ahora regenta el bar De Negrete y que ponía de merendar todas las tardes a mi abuelo en el Nova, y su hermano Marcos, el carpintero al que mi abuelo curó un dedo que se cortó con la sierra, y ahora jubilado. Camarero y cliente diario a los que suelo encontrar en las cañas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario