Manuel González era un buen conocedor de África y especialmente de Nigeria, donde mantenía relaciones empresariales y consiguió las mejores piezas de su colección de esculturas de bronce africano de los siglos XVII y XVIII, una de las más completas a nivel internacional.
González patentó la marca Kanfort, de productos para limpiar zapatos de cuero, ahora en manos multinacionales. También fundó la firma Hurra, de espuma contra la suciedad de alfombras y tejidos. Mantenía, además, negocios de pesca de marisco con barcos en Nigeria, según ha reconocido uno de sus íntimos amigos, Francisco Giménez, que fue alcalde de San Roque, localidad gaditana a la que el fallecido estaba muy vinculado.
El Ayuntamiento de San Roque celebró ayer un pleno extraordinario y urgente para expresar su consternación por el doble crimen, manifestar las condolencias a la familia y para emprender los trámites para declarar a Manuel González hijo adoptivo de la ciudad.
La ciudad de San Roque esta agradecida a González por la entrega desinteresada que éste hizo de su colección de esculturas y bocetos del artista imaginero Luis Ortega Bru. Con esta cesión, San Roque ha abierto un museo.
“He limpiado los zapatos a media España”, decía mucho después el empresario, que no dudó en montar su primer taller en su propia casa y en poner a trabajar en él a su mujer y a las de sus dos socios. El despegue de producto y marca se produjo poco después y por todo lo alto. Porque, los dueños de la incipiente empresa, no dudaron en fletar un avión y en presentar su betún en la Feria Internacional de Chicago. Se estrenaban los años 60 y el Kanfort encontró su hueco en el mercado norteamericano. De allí saltó además a México y Canadá.
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