Ni el trabajo ni la eficiencia mejoran la calidad de vida. Ser eficiente debería ser tener que trabajar menos. Y no solo trabajamos más sino que, como no estamos presentes, perdemos la noción del tiempo… Malo el jefe que considera que las horas trabajadas te hacen más o menos productivo. Nos vendieron que la tecnología nos haría la vida más fácil pero ahora trabajamos mucho más y tenemos menos tiempo de libertad.
Si tuviéramos en cuenta la naturaleza, si la imitásemos, si nos inspirásemos en ella, haríamos mejores creaciones y seríamos mucho más felices. Ella es la mejor diseñadora, siempre lo ha sido.
El problema de las vacaciones, cuando se trabaja de esta forma, es que en la desconexión uno se planta frente a una vida que no quiere. Repiensa su existencia entera, se promete que la va a estructurar, pero vuelve al trabajo y vuelve a no tener tiempo. Y el sistema nos exige ser creativos, innovadores, crear el futuro, pero la gente, sin espacios ni tiempo, sufre de ansiedad y depresión. Hay que parar y no solo en vacaciones. Antes lo conseguíamos, por ejemplo, leyendo un libro, pero cada vez se lee y se retiene menos, el cerebro se distrae.
Si tuviéramos en cuenta la naturaleza, si la imitásemos, si nos inspirásemos en ella, haríamos mejores creaciones y seríamos mucho más felices. Ella es la mejor diseñadora, siempre lo ha sido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario