lunes, 18 de diciembre de 2017

matar

La agresión intraespecífica, que lleva a asesinar a los de nuestra misma especie y que los humanos compartimos con otros primates, fue heredada parcialmente de algún antiguo ancestro. Los niveles de agresión en la sociedad humana variaron notablemente: crecieron con la llegada de la Edad de Hierro, alcanzaron su pico durante la Edad Media, pero cayeron dramáticamente en la Edad Moderna. A estas conclusiones llegó un equipo científicos españoles que analizó los niveles de violencia intraspecífica en distintos mamíferos y sociedades humanas. Los resultados del artículo fueron publicados en la revista Nature.

El estudio halló que la violencia letal está “profundamente enraizada” en el linaje de monos, simios y el homo sapiens. Esto sugiere que “un cierto nivel de violencia letal en humanos surge de la ocupación de un lugar en clado mamífero” –clado es un grupo de criaturas que descienden de un ancestro en común.

Daniel Meza en N+1
Foto de la Universidad de Edimburgo de una reproducción del Bateador del Támesis y su posible uso.

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