lunes, 22 de enero de 2018

papelario










A finales de los setenta ya había muerto el dictador e íbamos a votar por primera vez. Se acabó la época de las estampitas de santos y de los cromos. La gente había aprendido a leer entre líneas y la prensa era poco explícita y muy acojonada. El medio que destacó en aquella época era la pegatina. Las había en clase, en el metro, en las farolas, en lo coches y hasta los estudiantes plagaban sus carpetas con pegatinas. Cada asesinato de los grises generaba un aluvión de adhesivos al día siguiente. Incluso llegaban adhesivos de Portugal y otros países europeos (como aquellos soles sonrientes antinucleares alemanes). Entonces yo me dedicaba a llenar una agenda diaria con todo tipo de papelillos en la que había muchas pegatinas, pero también recortes de periódicos y revistas, entradas de conciertos, fundas de caramelos, etiquetas y billetes de metro. Una especie de diario visual de lo que aquella engañosa época nos trajo.

4 comentarios:

  1. Ficam páginas muito interessantes. Em português pegatina é autocolante. E há quem tenha grandes colecções do tempo do PREC (Processo Revolucionário em Curso. Até 76, mais ou menos)

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  4. Por no sé qué razón no aparecen los comentarios en el blog. Este diario/papelario va del año 76 al 78. Aquellas quizás fueron las que nos llegaron.

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