martes, 10 de septiembre de 2024

saggar firing








                                                                                                                                                                                  En ocasiones, en la cerámica tenemos algunas ideas que consideramos como inmutables; por ejemplo, que en un horno eléctrico solo puedes trabajar en oxidación. Sin embargo, siempre hay trucos que pueden solucionar problemas o aportar nuevas ideas o técnicas de uso. La ceramista Jolanda van de Grint descubrió que podemos conseguir los resultados del Spit firing en el horno eléctrico metiendo la pieza rodeada de material combustible en una caceta o saggar. El saggar era una vasija cerámica cerrada que se utilizaba hace mucho tiempo en la cocción en horno de leña para protejer los esmaltes de las cenizas. Ella lo utiliza como método de calentamiento alternativo. Las piezas cocidas con galletas (sin esmaltar) se colocan en el horno junto con colorantes y materiales inflamables. Durante la cocción, los materiales se encienden y se crean colores en la obra. Así podemos conseguir efectos habitualmente asociados a humeantes cocciones o post-cocciones utilizando serrín, materia orgánica, elementos metálicos, óxidos y carbonatos. Esta ceramista ha investigado y experimentado durante años la forma de construir cacetas y entender los procesos y los resultados, las técnicas más indicadas, como las terras sigillatas o los bruñidos, o la forma en que realizar las cocciones.
Construcción de la caceta
  Sus ventajas son que no necesita un horno de gas ni un terreno; puedes hacerlo en el interior (no, no hay mucho humo); que siempre alcanzas la temperatura adecuada; que necesitas menos tintes y materiales inflamables, por lo que es más sostenible, especialmente si tienes un horno alimentado por paneles solares y que las posibilidades de éxito son mayores. El horno no se ahumará siempre que no usemos demasiados materiales inflamables en la caceta o haya aceite, pintura u otra contaminación sobre o dentro de los materiales que estaba quemando. Al quemarse en un espacio relativamente pequeño (el saggar), se necesita muy poco material inflamable. Además, hay que asegurarse de que todo esté completamente seco. Saldrá humo solo si hay demasiados materiales inflamables o el saggar era demasiado grande. Además,según su experiencia, no acorta la vida de las resistencias.
  Jolanda ha publicado un libro con sus experiencias, titulado Saggar firing, que puedes adquirir a través de su web, donde también puedes acceder a su curso on line.

    El ceramista Roberto Aiudi también experimentó con esta técnica. Él nos dice que las piezas destinadas al saggar también pueden realizarse con arcillas poco refractarias porque no estarán sometidas a cambios violentos de temperatura. Después de darle forma, el objeto se trata con arcilla porosa. Después de la primera cocción, se cubre con materiales aparentemente ajenos a la cerámica, como alambres de cobre, hojas y cloruros de diversos tipos, etc. todo estará cubierto con láminas de arcilla cruda y láminas de aluminio estilo cocina, estos elementos colorearán la superficie del producto durante la cocción.

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