Sus productos geológicos u orgánicos son de un tiempo lejano, ancestral. Él mira de cerca. Requieren espacio, tiempo y descanso para abandonarse al vértigo comtemplativo de sus superficies misteriosas y su diversidad de texturas y colores cálidos. Son inscripciones impresas para que la arcilla y el artesano vivan al unísono, durante todo el proceso creativo animista, "encontradas" de alguna manera, pero que son las huellas de un proceso laborioso de manipulación, sin improvisación y con un gran talento para crear rotundidad respetando las normas de la cerámica. Grabados que necesitan se leídos, interpretados.
Ícaro Maiterena (Madrid 1978) es un artista de su tiempo, donde la cerámica ocupa una parte importante de sus inquietudes (videocreación, cine experimental, fotografía, performance, escenografía, escultura, dibujo, grabado, circo, danza...) y para el que la naturaleza es su fuente, una fuente manipulada con rotundidad, creando un rico lenguaje con valores propios. Sus cerámicas nos ofrecen el lado misterioso de la vida al que llega manipulando con espontaneidad, descubriendo, observando, explorando indagando, deconstruyendo y construyendo, uniendo y separando.
RevistaInternacionalCerámica
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