lunes, 4 de diciembre de 2023
bar universidad
Es una pena haber llegado a este punto. Yo tomaba alguna caña en este bar de Tribulete, frente a las Escuelas Pías, esencialmente porque ponían de tapa gambas con gabardina, una tapa ya en desuso, que sabían un poco a porra. Pero esto ha cambiado bastante, dejó de venir la gente del barrio y se fue llenando de marroquíes de las tiendas de la calle y de senegaleses de Mesón de Paredes, todos musulmanes, de forma que la cerveza se fue cambiando por cafés con leche hasta convertirse en una cafetería de esas en que el café se alarga toda la tarde. Así las cosas, me convierto en un tipo raro que pide una caña y al rato reclama la tapa. El chino que lo regenta me cuenta que esto ya no es como antes, señalando al público, y que ya no tiene tapas. Me tengo que conformar con una cerveza con un fuerte sabor a ácido y unos recortes de patatas fritas, de esos que quedan en el culo de la bolsa ya vacía. Si soy capaz de recordar esta experiencia, no volveré jamás.
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