Carlos Sánchez Pérez (Madrid 1958-2018) fue de muy joven un mal estudiante, pero un dibujante muy imaginativo. Empezó a rellenar con dibujos pequeños cuadernos en el colegio, a los doce años, que firmaba con sus iniciales C.S.P., acrónimo que derivaría en el nombre que le acompañaría resto de su vida: Ceesepe. Durante los dos años siguientes dibujaría diminutas historietas en cuadernos del tamaño de una caja de cerillas, cuatro volúmenes de escabrosa imaginación a los que llamó Pornos. Más tarde añadiría El regreso de Pornos e Historias de Pornos.
Sus primeros dibujos hacen referencia a iconos de la contracultura americana como Lou Reed o Bob Dylan. Entre ellos aparece Slober, un cínico vividor calvo-melenudo que nada tenía que ver con la militancia política, como su generación anterior, pero sí con la emergente cultura urbana. En el 74 manda una historieta a bolígrafo, en unas hojas de cuaderno escolar, a la recién nacida revista barcelonesa Star, ya firmada por Ceesepe. Juan José Fernández, su editor, le respondió que la publicaría si la repetía en tinta. Así, la primera colaboración para Star saldría en el número diez, una fantasía lisérgica de Slober con monjas y rock&roll.
En 1976, Ceesepe ya tiene un puesto de fanzines y cómics americanos traducidos al español en el Rastro madrileño, donde conoce a Alberto García-Alix, que representaba este nuevo mundo urbano de diversión, drogas y mujeres. Entre los dos encontraron un nombre al puesto y sus publicaciones caseras, hojas de offset o multicopista grapadas a mano, que evocaba el proyecto de Warhol en New York: la Cascorro Factory, a la que se sumarían Ouka Leele y El Hortelano. Este año iniciaría su cuaderno titulado Un montón de chorraditas y dibujos, en los que se incluían un coche descapotable, palmeras, porros y ácidos, un sol brillante, varias lunas, dos estrellas de cinco y seis puntas, una serpiente, un puñal y un pez. Reunía en sus agendas y cuadernos todo tipo de referencias visuales que le servían para desarrollar sus historietas, collages donde se cruzan personajes cine, nuevos roqueros, chicas y sátrapas histéricos.
García-Alix, Moriarty y Ceesepe |
La publicación más emblemática de la Cascorro Factory sería Vicios modernos, hecha en el 79 a partir de fotos de García-Alix. Entonces comienza su idilio con el color, que utilizará en La lucha o Supermarx, ya a principios de los años ochenta. Y ya como tránsito a la pintura, sus historietas parecen cuadros, en Estrellita va a New York o El tacón cubano. También colaboraría en la primera peli de Almodóvar, Pepi, Luci, Bob y otras chicas del montón y escribe y dibuja El día que muera Bombita, mediometraje creado con García-Alix y protagonizado por la galerista Lola Moriarty.
Todo esto puedes ahora verlo en La Casa Encendida, en Madrid, en una exposición dedicada a los años de dibujante de Ceesepe, de 1973 a 1983, titulada Vicios Modernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario