El escultor había conseguido por oposición la plaza de profesor Auxiliar con destino a la enseñanza de Modelado y Vaciado en la Escuela de Artes y Oficios de Ciudad Real, que por entonces
dirigía Enrique Hervás Escurier. Contaba 28 años cuando contrajo matrimonio
en Valladolid con la joven Apolonia Canales
Ruiz en septiembre de 1915. Complementaba
su sueldo de profesor auxiliar con la enseñanza
de la asignatura Concepto del Arte e Historia de
las artes decorativas ya que la Escuela de
Ciudad Real carecía de Profesor de término en
esta materia, cuya docencia compartía con el
profesor de Dibujo artístico.
La inesperada muerte de su esposa el 12 de
octubre de 1916 provocó un hogar deshecho,
cuando en plena juventud mayores venturas se
prometían nuestros amigos. Quiso rehacer su vida y en 1917 firmó la
convocatoria para opositar a profesor de
Término de las escuelas de Artes y Oficios de
Barcelona y La Coruña. Desde entonces, nadie ha cuidado el sepulcro.
Aunque la obra no está firmada, existen fotos del autor junto a esta tumba llena de leyendas populares. La parte inferior de la tumba, hoy casi perdida, demuestra el gusto del autor por las artes decortivas renacentistas, recargada de elementos vegetales, medallones, ménsulas y hasta figuras de atlantes. Contrasta con la naturalidad de la figura femenina de la parte superior, acostada sobre una cama y cubierta ligeramente por un sutil velo.
En 1999 el escultor García Donaire ofreció al Ayuntamiento de Ciudad Real, su propietario, su entera colaboración para su restauración. Incluso hubo promesas de los políticos. Lo cierto es que jamás se ha hecho nada. La bella durmiente se hunde.
Pues es lamentable, porque tiene su punto y trabajo. Desconocía la obra. Encuentro este enlace por si le ves interés:
ResponderEliminarhttps://www.realacademiaconcepcion.net/index_files/publicaciones/2021arguello.pdf
No creo que aquí, en Valladolid, fuera de cuatro o cinco, haya oído nadie hablar de Tomás Argüello, pero como de tantos otros que la ignorancia institucional o simplemente vecinal ha relegado al olvido. Gracias.
Disiculpa, no me había fijado en que incluías el enlace al final de tu entrada.
ResponderEliminarOh, claro. La información sobre su autor la recogí de ahí.
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