jueves, 2 de noviembre de 2023

un altarsito para los muertos

    En México, desde el 31 de octubre hasta la madrugada del 2 de noviembre se presentan los altares u ofrendas para que estén listas para la visita de nuestros queridos muertos. En la madrugada del uno se recuerda a los niños muertos, en la del dos a los difuntos adultos. Los elementos imprescindibles para estos altares son: el agua, la sal, velas y cirios, copal, incienso y cruz de ceniza, flores de cempasúchil, comida, bebida y pan de muerto (el cuerpo de Cristo), calaveras de azúcar, papel picado y petate, fotografías de los seres queridos muertos, y el izcuintie, que es un perrito prehispánico de juguete para los niños difuntos. 

    En España todos los pueblos tienen sus tradiciones, muchas de ellas perdidas, invadidas por el Halloween que nos trajeron las películas americanas, que parece ser de tradición céltica, llevada por los irlandeses. Lo común es rezar y poner velas a las Ánimas, limpiar las tumbas y llevar flores al cementerio. En La Mancha el día de los finaos trompos y cuerdas a los tejaos, que representa el final de la temporada de los trompos. En Mestanza, Ciudad real, se hacen gachas en la noche de los Santos y con ellas lodar las cerraduras para que no entren los muertos; costumbre también de Begígar (Jaén). A la mañana siguiente, si tu sombra tiene cabeza es que no morirás en el año siguiente. En otros pueblos se hacen las camas tempranito para que los muertos no se acuesten en ellas. En Galicia dicen había una tradición (el Samaín) de decorar las casas con adornos grotescos, iluminar melones y calabazas huecas y reunirse junto al fuego a contar historias tremebundas mientras se asan castañas. En Canarias se hace una gran hoguera el día de los finaos y se come en las casas fruta y frutos secos con vino dulce. En Cataluña son famosas las castanyadas y los panellets, mazapán cubierto de piñones. En el País Vasco se celebra el Gaztañerre Eguna, la fiesta de las castañas, donde no faltan caracoles en salsa, motokil y castañas asadas. En Cádiz se celebra la fiesta de Tosantos, con disfraces para personas y animales y dulces como los huesos de santo o los buñuelos rellenos de cidra. En Extremadura se celebra La Chaquetía, en que los niños van pidiendo frutos secos por las casas para merendar, con fórmulas dichas como Tía, tía, dame la chiquitía, que si no no eres mi tía o Tía la chaquetía, los pollos de mi tía, unos cantan y otros pían, y otros piden ¡castañas cocías! En Maro hacen el Maroween, una mezcla de la fiesta de las castañas con Halloween. En Soria se hace una hoguera en el Monte de las Ánimas y se leen relatos de terror. En Cantabria se hacen las hogueras llamadas Conjuros, un desfile de almas en pena llamado Güeste, con Guajonas (brujas), Berrugonas (calabazas) y Magostas (castañas asadas y sidra) en el Sol de los Muertos (resurrección de los difuntos).

    Mi aportación cerámica ha sido este altar cuadriculado. Aunque parece que nadie cree en las Ánimas, todo el mundo está de acuerdo en que es mejor estar a bien con ellas. No vaya a ser que.

Traveler

No hay comentarios:

Publicar un comentario