viernes, 31 de enero de 2020

jie en el bar arias

Este clásico bar del Paseo de Extremadura, cerca de la Puerta del Ángel, famoso por sus patatas bravas, lo llevan ahora unos chinos (en el dibujo Jie) que han seguido la tradición. El bar está igual, como si solo hubiera cambiado de camareros. Las cañas son de buen tamaño, Amstel, y con dos tapas, por 1,30 euros. Los montados a 2,50 y los bocatas a 3,50. Quizás aquí resida su éxito. No es que las tapas sean la releche, pero visto el panorama, es increiblemente mejor que cualquiera de esos bares colocaditos que han surgido como hongos.

jueves, 30 de enero de 2020

últimos días para las pequeñas cosas expuestas





Una pequeña muestra de algunos de los miles de objetos, documentos, cartas o fotografías recopilados durante más de diez años de investigación. Pequeñas cosas que pueden parecer insignificantes pero que suponen la forma exacta en que la memoria pudo materializarse. Una memoria perseguida y silenciada por el franquismo, que tuvo que buscar en las orillas de la sociedad un rincón donde poder sobrevivir.

"Las Pequeñas Cosas" es una exposición itinerante que recorrerá España a lo largo de 2020. La inauguración se hizo el 19 de diciembre en el centro Escuelas Pías de UNED-Madrid, en Tribulete 14, Lavapiés, donde se podrá ver hasta mañana, de 9h a 21h. Y en otros lugares y fechas que se anunciarán.

Para no decepcionar, diremos que es muy poco el material expositivo y no son los objetos los que se exponen sino fotos en paneles. Lo mejor es que la expo muestra algunos resultados de Mapas de Memoria, un proyecto de investigación para dignificar a las víctimas de posguerra en la provincia de Ciudad Real, un proyecto del que ya hablamos aquí y en el que se prometía la edición de un libro. En 2018 el CSIC publicó un libro de Jorge Moreno titulado El duelo revelado, la vida social de las fotografías de las víctimas del franquismo. Y en julio, se presentó en Valdepeñas el libro Para hacerte saber mil cosas nuevas. Ciudad Real 1939,  cien relatos biográficos para comprender las dimensiones emocionales sociales y políticas de la violencia en la posguerra, entre sus seis autores está también Moreno.

Las Pequeñas Cosas es un proyecto expositivo de la Unidad de Cultura Científica y el CIEMEDH (Centro de Estudios de Memoria y Derechos Humanos de la UNED) enmarcado en el Plan Anual de Divulgación Científica de la UNED que cuenta con el apoyo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.

desi en el bar marbella

Este bar, en la esquina de Mesón de Paredes con Encomienda, era de los que más frecuenté en los primeros años noventa, ya que vivía muy cerca y en él se montaban las partidas de tute subastado entre mis paisanos. Veo que apenas si ha cambiado y que siguen poniendo tapas de cocina, reguleras más bien, a precios populares. Los camareros ahora son migrantes latinoamericanos, seguramente peruanos con los rasgos indios muy marcados. Desi es una india alta y poderosa, con una larga trenza y una voz potente. Bajo sus salientes pómulos se le abre una grieta cuando sonríe.

miércoles, 29 de enero de 2020

iliana en la cafetería mercado san carlos

El Mercado San Carlos es una cafetería y casa de comida rápida en el Paseo del Rey 26, entre el Parque del Oeste y las vías de la Estación de Príncipe Pío, un sitio estupendo con un mal café, torrefacto. Para servir a todo el mundo, está sola Iliana, que no se pone nerviosa. Es mejor ir sin prisas.

martes, 28 de enero de 2020

afectos traidores

Nadie está libre de los celos, de las contradicciones, de los sentimientos prohibidos en la teoría. No es fácil escapar de ese sentido de propiedad con el que solemos inocular las relaciones. Una dinámica que viene del patriarca que todos y todas tenemos dentro y también de los mandatos bíblicos, sociales, heterosexuales y monógamos. Viene del colono, del patrón, del capitalista, del dueño de la hacienda donde trabajaron nuestras abuelas, de los hijos que les hicieron sus amos. Viene del desamparo, de la soledad, de la precariedad, del no tener nada y querer tener algo, viene de ser despojo y necesitar sanar y reparar. 
Gabriela Wiener, sobre su obra "Qué locura enamorarme yo de ti" dirigida por Mariana de Althaus, que representará en el Teatro del Barrio de Madrid desde este 30 de enero.

bello vello

La mujer barbuda (Magdalena Ventura con su marido) es un cuadro que José de Ribera El Españoleto 
pintó al óleo sobre lienzo en 1631 y actualmente se conserva en el Museo del Prado en Madrid. Fue un 
encargo del mecenas habitual de Ribera, Fernando Afán de Ribera y Téllez-Girón, Duque de Alcalá y Virrey de 
Nápoles, quien al enterarse de la existencia de la mujer la invitó personalmente a su palacio de Nápoles para que 
fuera retratada por el artista.









El rechazo al vello facial se debe a que se asocia a ser masculina o a ser descuidada. Y no es así, es solo un ejemplo más de cómo influyen en la percepción social los cánones de belleza femeninos. Al menos los que han imperado en Occidente desde el siglo XX, cuando a través de marcas de cuchillas se empezó a introducir la moda de la depilación. 

Los movimientos feministas han contribuido recientemente a rebajar la presión sobre las mujeres en cuanto a su vello corporal. También los colectivos LGTBI, que defienden que no existe una única estética femenina o masculina. Las mujeres cada vez tienen mas capacidad de decidir sobre su estética y sobre su cuerpo. Incluso cita algunas figuras públicas que han dejado crecerse bigote, como la pintora mexicana Frida Khalo o la cantante americana Patti Smith. 

Pero con barba, sin embargo, no hay casi ninguna. Las impulsoras de 'Som Barbarie', Mar y Cristina, citan a la modelo y activista británica Harnaam Kaur. "El feminismo ha abierto infinitos debates pero yo siento que hasta ahora nadie me representaba en este aspecto", dice Cristina.

ElDiario

lunes, 27 de enero de 2020

bares de tapas para las cañas del domingo






Tres buenas opciones para las cañas del domingo en Lavapiés son el Tribuetxe, en la calle Tribulete, La Embajada, de que ya he hecho algunos dibujos, y la taberna La Fantástica, los dos últimos en Embajadores. El primero es un bar vasco con muy buenas tapas de cocina a buen precio, cañas a 1,50 y vinos de 2,50 a 2,70 y un camarero muy simpático (Aitor). La cerveza de barril es la bilbaína La Salve (con participación de Mahou - San Miguel) y además tiene suficientes referencias de vino. La Embajada de Embajadores, frente al Mercado de San Fernando, tiene un ambiente muy agradable, camareras simpáticas, Mahou de barril a 1,30 euros y tapas calientes; hoy patatas con champi y ropavieja. La Fantástica es el viejo bar de Vicente, el bar La Peña, que dibujé hace muchos años; cambió de dueñas y nombre hace cinco años. El aspecto es exactamente el mismo, lo cual se agradece. A 1,40 euros la caña, ponen tapas de guisote como potajes de judias blancas y garbanzos, y patatas revolconas, por ejemplo. También tienen vinos de distintas denominaciones.

domingo, 26 de enero de 2020

flashes


A veces nuestro coco nos regala unas imágenes fulgurantes que no sabemos de dónde vienen, como esos flashes que aparecen en las películas para explicar el presente. Así también se me aparece la propia vida que me rodea en el ahora, detalles que nos dan pistas sobre la naturaleza de nuestros congéneres: distintas generaciones de charla, gatos tras las ventanas, alguien que me hace la pizza que me voy a comer, risas en los bares, gestos cansados en el transporte público, ángeles disfrazados, familias en las que invento los roles, camareros aburridos, mendigos, adolescentes pensativos... Saco mi cuaderno de bolsillo y, sin apenas mirar el papel ni levantar el bolígrafo, trato de retenerlos. No sé por qué. Quizás porque noto que calan en mí, que serán esos flashes fulgurantes que no sabemos de dónde vienen.

sábado, 25 de enero de 2020

pequeñas flores de pintura







De esas inmensas flores que Pedro Almodóvar y Jorge Galindo pintaron sobre grandes totos de floreros, y que ahora exponen hasta el 26 en La Principal de la Tabacalera de Madrid, solo me fijé en esas silvestres más pequeñas, laterales, casuales y modestas, con esa furia que uno encuentra en las paredes de las calles,

viernes, 24 de enero de 2020

cuadernos de emigrantes






A finales del siglo XIX y principios del XX, decenas de miles de campesinos y obreros españoles dejaron atrás sus hogares para emprender viaje a los Estados Unidos, donde se afincaron en compactos enclaves a lo largo y ancho del país. Es una historia relativamente desconocida, casi invisible, tanto en España como en los EE.UU., que Luis Argeo y James D. Fernández han querido hacer visible exponiendo el material encontrado en la visita a las casas de sus descendientes, en su mayoría estadounidenses desligados de su lengua y costumbres, durante más de diez años; rescatando del olvido y de la pérdida de sentido el patrimonio cultural de los españoles expatriados en Estados Unidos no solo con la Guerra Civil, sino mucho antes, en búsqueda de prosperidad. Allí aparecieron viejos álbumes y cajas de galletas con fotos y documentos de sus padres, abuelos y bisabuelos, cuya única patria fue, en muchos casos, el trabajo, y su epopeya la de los emigrantes de todos los tiempos y lugares: la búsqueda cotidiana del bienestar, la decencia, la dignidad.

Entre los objetos encontrados, estos dos cuadernos. Uno de ellos es un diario de Cayetano García con notas sobre su viaje y trabajos en la costa en distintas empresas, y que conserva su nieto Mike Muñoz. El otro es un recetario de cocina escrito en una agenda. La conserva Cathy Varan, nieta de emigrantes, que recibió clases de español para poder cocinarlas.

Todos estos documentos, contextualizados, pueden verse en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid, en una exposición que abrió sus puertas ayer, y que estará hasta el 12 de abril.

jueves, 23 de enero de 2020

citas en el hotel florida

El Florida era un hotel transversal; era como otros hoteles de lujo de la época, pero tenía un ingrediente cultural, un lugar cargado de historia, y no solo por la guerra civil, para las grandes figuras de la intelectualidad española, como Miguel de Unamuno o Lorca, el Florida era un sitio al que ir. Fue un hotel para el periodismo y la literatura. La pena es que se perdiera, cuenta el periodista Alfonso Armada, uno de los organizadores de las charlas y conferencias, en la cuarta planta de El Corte Inglés de Callao, rodeados de electrodomésticos, en las que poder debatir los grandes problemas del periodismo: la verdad, la ficción o las nuevas formas de contar. Se trata de plantear una serie de debates que vayan más allá del día a día de las noticias, de huir un poco de la agenda política, que es muy cansina, cuenta Armada sobre el ciclo que arrancó este lunes y que seguirá hasta 24 de enero.

Diseñado en 1924 por Antonio Palacios, el Florida fue uno de los mejores establecimientos del momento en Madrid. Equipado con cuartos de baño privados, servicio de atención 24 horas, ascensores o calefacción, en sus habitaciones se alojaron escritores de la talla de Federico García Lorca, artistas como Charles Chaplin y corresponsales de guerra de todo el mundo. Fue demolido en 1964. El magnate Pepín Fernández había comprado el solar y lo derribó para construir allí Galerías Preciados. Pero Ámbito Cultural El Corte Inglés y fronterad, la revista digital que dirige Armada, quieren recuperar la memoria de aquel hotel y convertirlo en un centro de irradiación cultural, de agitación artística y de confluencia de la modernidad.

martes, 21 de enero de 2020

bar peña atlética legazpi

En la Plaza del General Maroto número 4, frente al Matadero, este pequeño bar es especialmente bueno para ver partidos de Atleti con atún rojo, croquetas y unas cervezas. Pocas mesas y una gran terraza.

domingo, 19 de enero de 2020

postales de lucian freud a felicity



               
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     



Felicity Hellaby fue la primera novia de Lucian, con la que se carteó cuando éste tenía 21 años, en plena Segunda Guerra Muncial. Fueron compañeros de estudios en la East Anglian School of Painting and Drawing en Dedham, Essex, y comenzaron una relación especial con 16 años, en 1938. Nunca fue un asunto muy romántico desde mi punto de vista, dijo Hellaby al biógrafo de Freud William Feaver, pero fue bastante divertido. En 1939, la escuela de arte se quemó y se pensó que Freud, por culpa de un cigarrillo descuidado, fue el responsable.

Un lote de las cartas fue vendido en una subasta de Sotheby's, en ellas pudimos ver su letra irregular entre dibujos intercalados. El contenido de las cartas tiene un tono ligero y bromista pero ofrece una visión del desarrollo artístico del pintor y refleja una auténtica ambición, en palabras de Oliver Barker, experto de Sotheby 's en arte contemporáneo. Y Christie´s puso a la venta 14 postales un tanto gamberras con esa letra infantil y su ortografía creativa, y salpicadas de referencias a pinturas, su voraz vida social y encuentros con gángsters, según el director de ventas de la sala, una visión fascinante de un artista al comienzo de su carrera. Algunas de sus imágenes habían sido retocadas con dibujos ingeniosos. Las postales ofrecidas en Londres abarcan los años de la Segunda Guerra Mundial, desde la época de Freud como marinero mercante hasta que fue declarado no válido y sacado fuera de servicio, y su subsiguiente vida disoluta en Londres. Revelan a un joven al que le gustaba vestirse con estilo, estaba cautivado por Hollywood y una vida nocturna de gángsters, y siempre le faltaba dinero.

Felicity retratada por Lucian en 1945.
En 1942, el nieto del famoso médico neurólogo vivía con su amigo el pintor John Craxton en un piso adosado en Abercorn Place financiado por el mecenas Peter Watson. Su diseño interior poco ortodoxo consistía en colocar placas de vidrio en el vestíbulo de entrada: docenas de sábanas rotas por todo el piso que se contrajeron, crujieron bajo tus pies, recordó Freud. Los animales muertos eran un tema favorito, que provenían de la tienda de mascotas y carnicerías locales, lo que llevó a los vecinos a quejarse del hedor de la descomposición. Fueron desalojados en 1944, después de las quejas sobre las idas y venidas de delincuentes menores y las novias de Freud, que mantuvieron despiertos a los vecinos.

En la postal en que felicita la Navidad Lucian pregunta: ¿Te gustan los tapires? En un viaje empecé a pintar tapires, y pensé que eran demasiado pequeños y demasiado tontos, así que dibujé un lienzo a su alrededor y luego pensé qué hacer con él. Así que puse una carretilla debajo y yo mismo la giré y llevé la gorra que obtuve en Canadá que tenía solapas y estaba hecha de cuero arrugado. La pintura se convirtió en Man Wheeling Picture, 1942.
Retrato de Felicity por Lucian Freud.
En la siguiente postal, de 1943, Lucian escribe: Estoy haciendo un autorretrato muy grande, se refiere a Hombre pensativo con una pluma. La pluma fue entregada al artista por su amante, la bella y errática musa Lorna Wishart (1911-2000), que era 12 años mayor que Freud y la amante de la escritora Laurie Lee (1914-1997). El asunto fue salvaje y tortuoso, y casi condujo a Lee al suicidio.

En 1946, Freud y Craxton vivían en la isla de Poros en Grecia. Craxton estaba enamorado de la luminosidad del paisaje árido, pero Freud estaba menos convencido y los dos artistas comenzaron a separarse. Sin dinero, Freud recordaba la vida en Poros como bastante dura y todos desesperados. Los bandidos aterrorizaron el continente y en algún momento Craxton escapó a Creta en un barco naval, dejando a Freud para pasar la Navidad solo. Lucian escribe a Felicity: Estoy en la isla más increíble. La esposa loca de arte del embajador británico, Lady Norton, financió el viaje de regreso de Freud a Marsella. Los autorretratos y las pinturas de limones y mandarinas que Freud hizo a la brillante luz del sur de Poros se consideran uno de sus trabajos innovadores.

Después de que Freud y Craxton fueron desalojados de Abercorn Place, Freud se mudó a Delamere Terrace en Paddington. Era una parte miserable de la ciudad, poblada por pequeños delincuentes y burdeles, y Freud se sintió instantáneamente atraído. Compró un gavilán que alimentó con ratas del banco del canal, disparado con una pistola Luger que le dio el héroe de guerra Billy Moss (1921-1965), autor de Ill Met by Moonlight. Le dice a Felicity en una postal de 1947: Tengo un halcón gorrión.