Ayer, en la Plaza Mayor de Madrid, SOS Madrid convocó un evento especialmente contra los Centros de Internamiento de Extranjeros, creados en la primera ley de extranjería para el internamiento penitenciario y sin derechos de los sin papeles, como paso anterior a su expulsión. Su estancia máxima se amplió de cuarenta a sesenta días por un voto de diferencia en el Senado.
Los CIE suponen un régimen carcelario para una falta administrativa (estar en situación irregular).
Además sin las garantías constitucionales que amparan los centros penitenciarios. Sin normas, al criterio arbitrario de la policía, de quien dependen. Están cerrados a toda persona que no sea policía o interno.
Hicieron una dramatización ante el público diverso que va a esta plaza y leyeron un comunicado.
Mientras, un africano y un ecuatoriano discutían hasta casi pegarse. El indio ecuatoriano acusaba al negrito de intentar robarle y éste gritaba que era mentira y llamaría a la policía. ¡Racista! le gritaba al pobre ecuatoriano con cara de póker, pues era la primera vez que se lo llamaban (hasta ahora sólo había sido víctima). Tuvimos que meternos en medio y alejarlos, no fuera que los detuvieran a los dos. La dramatización oficial no podía entrar en estas sutilezas.
Aquellos que prefieran otra versión sobre los CIE, pueden leerlo en justicia y paz (dominicos.org) o la revista pueblos.org . Verán que la única versión diferente es la gubernamental.
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