El fantasma se representa en la obra como una alegoría de lo que no se puede contar y bebe de la espiritualidad de Asia y de las religiones animistas. Lo importante no es si el fantasma existe o no, sino las historias y las narraciones que se cuentan a través de su figura, que habita los diversos lugares por los que transita "Canciones para morir" de muchas maneras distintas.
La relación del propio artista con la muerte y la espiritualidad del fantasma también nos llega a través del fallecimiento de su abuelo durante la crisis del Covid-19, que supone el punto de arranque del video. El artista comparte el momento preciso de su partida, en el que se le invita a cantarle una canción para así poder acompañarle hasta su último instante en este mundo, ya que el sentido del oído es el último en desaparecer cuando morimos. Son estas canciones, capaces de conectar mundos y acompañar los procesos de desmaterialización de lo humano, las que estructuran la narrativa de todo el video, convirtiéndose en cantos que invocan la espiritualidad de la era contemporánea, canciones para el orden, canciones para la descomposición, canciones para soñar…
Canciones para morir estará expuesta hasta el 8 de enero de 2023 en La Casa Encendida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario