viernes, 14 de agosto de 2020

godard homenajea a hitchcock

olvidamos
por qué Joan Fontaine
se inclina
al borde del acantilado 

y qué es lo que 
Joel McCrea
iba a hacer
en Holanda

olvidamos
por qué razón
Montgomery Clift guarda
un silencio eterno
y por qué Janet Leigh
acaba en el motel Bates
y por qué Teresa Wright
todavía sigue enamorada
del tío Charlie
olvidamos
de qué no es
del todo culpable
Henry Fonda
y por qué exactamente
el gobierno norteamericano
recluta a Ingrid Bergman 

pero
nos acordamos
de un bolso
pero
nos acordamos de un autobús
en el desierto
pero, nos acordamos
de un vaso de leche
de las aspas de un molino
de un cepillo para el pelo
pero
nos acordamos
de una hilera de botellas
de unas gafas
de una partitura musical
de un manojo de llaves

porque con ellos
y a través de ellos
Alfred Hitchcock consiguió
allí donde fracasaron
Alejandro, Julio César
Napoleón
tener el control del universo
quizá
diez mil personas
no olvidaron
la manzana de Cézanne
pero serán millones
de espectadores
los que se acordarán
del encendedor
del desconocido del Expreso del Norte

y si Alfred Hitchcock
fue el único
poeta maldito
que tuvo éxito
es porque fue
el más grande
creador de formas
del siglo veinte
y porque son las formas
las que nos dicen
finalmente
qué hay en el fondo
de las cosas
ahora bien, qué es el arte
sino aquello por lo cual
las formas devienen estilo
y qué es el estilo
sino el hombre

entonces una rubia
sin sostén
seguida por un detective
que siente pánico al vacío
son quienes nos brindarán
la prueba
de que todo eso
no es más que cine
dicho de otra forma
la infancia del arte 

Histoire(s) du cinéma, de Jean-Luc Godard. Gallimard

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