Vi una canoa de gente que andaba a caça de pezes; caça la llaman ellos y yo porqu'es ansí la forma, porque tienen estos caçadores çiertos pezes amaestrados, los cuales son así de fechura de congrio, y los traen atados por la cola con un cordel muy complido. Y estos pezes tienen la cabeza larguilla, toda llena de fosas ansí como de pulpo, y es muy osado, qu'él acomete a cualquier otro por grande que sea y se le apega con la cabeza en el lugar más ofensible, y no le despegará d'él antes que muera. Después tiran por el cordel y sacan el uno y el otro hasta la lumbre del agua. Envié barcas armadas y ellos les hablaron de lexos como corderos sin maliçia, diziendo que se detuviesen, porque tenían uno de estos pezes pescando en el fondo a una grande tortuga.
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