jueves, 22 de septiembre de 2011
el dicho
El dicho es la última frase de una anécdota, y ésta un suceso real con gracia.
Creo que debe ser algo corriente en todas las comunidades pequeñas del mundo, pero a la literatura sólo llegan las frases célebres, de gente famosa. En los pueblos de La Mancha se usan con mucha frecuencia, lo que enriquece mucho el lenguaje, por pobre que parezca desde fuera.
Los dichos son frases que dijeron unas personas concretas en determinadas situaciones, por lo que su uso es una referencia al suceso, un recuerdo, a modo de símil con sentido del humor (o socarronería). La mayoría sólo funcionan a nivel local, y es inútil que cuentes por ahí la anécdota que justifica su uso, pues todo el mundo lo toma por un chiste. Y no es un chiste porque es real, es un suceso divertido.
Entre mis amigos, hay verdaderas enciclopedias de anécdotas y dichos: el auténtico José, Antonio (con los que nos amenizó el Camino) y Santiago son los mejores. Yo paso mucha envidia por ese memorión que tienen.
Además, cada partida tiene su propio archivo de los dichos de los que la forman, que sólo se usan dentro del pequeño grupo, pues sólo allí se entienden. Es una demostración de la riqueza del lenguaje en los círculos pequeños (donde con pocas palabras dices muchas cosas, al haber muchos referentes comunes), que va empobreciéndose a medida que se agrandan (como es el caso de la tele, donde se usan muchas palabras para no decir nada).
Aquí ya conté la anécdota del dicho no me hace el ave. Espero contar más cuando venga al caso.
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