la tengo, y cuando me lo dan, por no parecer o melindroso o malcriado, que a un brindis de un amigo, ¿qué corazón ha de haber tan de mármol, que no haga la razón?
Segunda parte del Quijote, capítulo XXXIII
Sobre el dibujo a carboncillo
Segunda parte del Quijote, capítulo XXXIII
Sobre el dibujo a carboncillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario